sábado, 30 de septiembre de 2017

NO SER COMO ELLAS...



La vida es un caminar siempre, algunas personas pasan por nuestra vida para enseñarnos a no ser como ellas, es necesario que pasen por nuestra vida para hacernos mejores personas y es importante que podamos tener esa capacidad de tolerancia y de discernimiento. Oscar Wilde afirmó “algunas personas causan felicidad a donde van; otras, cuando se van”, pero aun así de toda relación obtenemos un beneficio, fruto a veces del malestar, pues nuestras vivencias nos brindan la posibilidad de manejar nuestros sentimientos de otra forma.

La vida es potencialmente significativa, pues podemos extraer significado hasta del mismo sufrimiento. Así, aunque a veces podemos no encontrar sentido a ciertas relaciones negativas, lo cierto es que nos aporta una visión del mundo que desconocíamos.
Esto, dicho de otra forma, significa que nos enseñan qué es lo que valoramos y qué es lo que nos incomoda, molesta o daña. En definitiva, nos muestran una faceta que no queremos desarrollar o que quizás la estábamos desarrollando.
Nuestros principios se refuerzan gracias a ciertas vivencias, ser testigos de injusticias y sentir gran malestar por las actuaciones llevadas a cabo por ciertas personas nos ayuda a reflexionar sobre nuestros principios y reforzar así nuestras creencias sobre lo que es bueno y lo que es malo.
Duelen la traición, la frialdad, la prepotencia, duelen con intensidad, y cuando lo vemos realizado por otras persona hacia otras personas podemos apreciar la magnitud del efecto y de la acción, cuando esto sucede el mismo sentimiento que nos genera nos hace replantearnos nuestras prioridades y nuestras propias actuaciones con respecto a los demás. Por eso, a veces, pasar por un mal trago relacional nos hace mejores personas.
Nos ayuda a valorar otros sentimientos y nos apoya en nuestro crecimiento. Esto requiere una visión interior propia que nos permita avanzar y no estancarnos en el malestar, la culpa o el resentimiento.
Alejarse de las personas conflictivas mejora la salud y el alma, porque nos hace daño estar cerca, debemos ver que sus reacciones e intenciones cada vez son más predecibles. Esto nos permite relacionarnos de otra manera, pues manejamos nuestro entorno más a nuestro con mas protección para nosotros.
En este sentido no debemos dar tanta importancia a lo que estas personas hagan sino centrar nuestra atención en lo que podemos aprender de lo que han hecho, ayudándonos esto a crear oportunidades de crecimiento y trabajar nuestra autoestima, nuestros valores  y nuestra fuerza.
Porque al fin y al cabo el que espera se decepciona, y esperar todo de alguien puede generarnos desilusión y sometimiento, haciendo desaparecer nuestro oxígeno psicológico, contaminando nuestra atmósfera emocional y menoscabando nuestras inquietudes.
Así, mantener la perspectiva nos ayudará a lograr cierta indiferencia y a bajarnos de esa montaña rusa emocional, consiguiendo separar nuestras preocupaciones de las suyas y liberándonos de sus inseguridades y de sus reacciones desproporcionadas.
 La idea es esclarecer nuestra mente y exponer nuestros pensamientos y emociones sin miedo a las consecuencias cuando llegue el momento. Esto tendrá un resultado tan rápido y directo como satisfactorio: nuestros problemas disminuirán y podremos vivir en paz.
Cuando alguien busca dañarnos de manera intencionada, entonces nosotros debemos elegir si queremos abrirle nuestra ventana emocional y dar validez a aquello que nos va a sofocar o  no hacerlo, debemos verlo de nuestra perspectiva.
 La vida realmente es corta como para vivir angustiado por lo que nos hacen o dejan de hacer cada una de las personas que nos rodean. Por eso la mejor decisión que podemos tomar es distanciarnos de lo negativo de algunas personas y acercarnos a aquellos que nos hacen sentir bien. 

No hay comentarios:

CONJURO DE TRANSFORMACIÓN

  Transformo mi miedo en coraje Lo menos en más Los viejos patrones enquistados en respuestas frescas e inocentes La ira en respiracio...