Estas pautas nos darán el camino para
reforzar nuestra personalidad, recordemos que fuerte no es quien vocifera, o
quien hace presión, fuerte es quien mantiene su criterio cuando los demás lo
critican, fuerte es quien se hace líder, fuerte es quien transmite sus
sentimientos, fuerte es quien pasa si mismo y no para lo que dirán los demás.
1. Eliges tu “círculo interno”
cuidadosamente
Las personas con personalidad fuerte son
únicas en el sentido de que no requieren aprobación. Los más fuertes entre
nosotros sabiamente entienden que: “aquellos que molestan no importan y los que
importan no molestan.”
En otras palabras, aquellos que tienen
la suerte de llamar “amigo” sin vacilar a una persona fuerte, han ganado la
confianza y el respeto de la persona fuerte. Para los fuertes, estos son el
único tipo de personas que realmente pueden ser llamados amigos.
2. Tienes poca paciencia con la
ignorancia
La ignorancia viene en muchas líneas: la
intolerancia, odio, apatía y falta de cuidado entre ellos. Las personas que
poseen personalidad fuerte, no gustan de la indiferencia que muchas personas
parecen tener al navegar por la vida.
Las personas de carácter fuerte,
respetan a los que están bien informados, con conocimientos y son de buen
corazón. En términos simples, personas con profunda personalidad no pierden su
tiempo o energía en la ignorancia.
3. No requieres atención
Si bien la personalidad de una persona
fuerte puede atraer la atención de los demás, ciertamente no es necesaria. De
hecho, las personas fuertes pueden llegar a ser un poco solitarias. Esto puede
explicarse por el hecho de que la gente necesita a personas fuertes alrededor,
lo que exige la necesidad de que el fuerte entre nosotros deba recargar sus baterías.
4. Eres un oyente fenomenal
¿Has notado cómo la mayoría de las
personas actúan cuando están “escuchando” a alguien? Lo más probable es que
están constantemente inquietas, mirando a otra parte, o revisando su teléfono.
La mayoría de las personas fuertes son también excelentes oyentes, ya que
entienden los requisitos de ser alguien en quien otros pueden confiar.
La mayoría de las personas fuertes son
también bastante intolerantes con los que tienen una incapacidad para escuchar
de verdad.
Aquí es donde apreciamos una de las
diferencias entre la fortaleza real y la impostada, pues este último por lo
general no escucha a nadie que no le diga lo que quiere oír.
5. Tu vida no está impulsada por el
miedo
Otra de las diferencias entre el
fortachón y la persona con fuerza interior. La primera exhibe ese
comportamiento por miedo a ser dañado mientras que la segunda lo hace por el
convencimiento de que saldrá adelante a pesar de sus miedos.
Hoy en día, muchas personas están
preocupadas acerca de lo que podría suceder. Tales personas apuestan en la
seguridad y comodidad mientras que sacrifican sus deseos. Este no es el caso de
las personas fuertes. Para ser claros, las personas fuertes sienten miedo, pero
simplemente no lo siguen.
6. Ves los problemas como una
oportunidad
Construidos a partir de la llamada
“seguridad y comodidad” que la mayoría de la gente acoge, una persona con
fuertes determinaciones, son diferentes en este sentido, en dos aspectos
importantes:
a) Están menos preocupados por la
seguridad y el confort
b) siempre que se producen problemas de
falta de seguridad y/o comodidad, comienzan a salir del cascarón con un plan.
Las personas fuertes son muy adeptos a
la conversión de los problemas a oportunidades – un rasgo verdaderamente raro.
7. No permites excusas
Personalidades fuertes no permiten
excusas – de ellos mismos u otros. De hecho, las personas fuertes son a menudo
mucho más difíciles consigo mismos que con otros, lo que está diciendo algo muy
profundo.
En lugar de buscar excusas, tales
personas optan por volver a dirigir conscientemente sus esfuerzos para
encontrar soluciones a los problemas, no importa cuán difícil y contrario a la
intuición se pueda sentir.
Así es, personas con personalidad
fuerte, son fenomenales al remangarse y profundizar de cara contra el barro. En
pocas palabras… simplemente los fuertes hacen a un lado las excusas. Tienen una
tendencia de verlas como lo que realmente son: un drenaje de energía y una
colosal pérdida de tiempo.
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