Quiero ver cómo tratas a tu pareja, a tus hijos,
a tus padres, a tu preciado
cuerpo.
Por favor, no me des sermones de ‘la ilusión del yo separado’
o cómo lograr felicidad en solo 7 días.
Quiero sentir un calor genuino que irradie de tu
corazón.
Quiero escuchar lo bien que escuchas,
Cómo te abres a la información que no se ajusta a tu
filosofía personal.
Quiero ver cómo tratas a quienes no están de acuerdo
contigo.
No me digas lo despierto que estás, lo libre que estás del
ego.
Quiero conocerte por debajo de las palabras.
Quiero saber cómo eres cuando te encuentras en
problemas.
Si puedes admitir tu dolor plenamente sin pretender
ser invulnerable.
Si puedes sentir tu ira sin dar paso a la violencia.
Si puedes permitir la entrada a tu dolor sin volverte
su esclavo.
Si puedes sentir tu vergüenza sin humillar a los
demás:
Si puedes fastidiarlo todo, y admitirlo.
Si puedes decir ‘lo siento’, desde tu corazón.
Si puedes ser plenamente humano en tu gloriosa
divinidad.
No me hables de tu espiritualidad, amigo.
Realmente no estoy tan interesado.
Solo quiero conocerte a TI.
Conocer tu misterioso corazón.
Conocer al hermoso humano que lucha por la luz.
Antes de ‘la persona iluminada’.
Antes de cualquier palabra ingeniosa.
Autor:
Jeff Foster
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