lunes, 8 de julio de 2019

LOS CINCO PASOS PARA SER FELIZ

Meik Wiking director ejecutivo del Instituto para la Búsqueda de la Felicidad de Copenhague, se licenció en Ciencias Políticas, trabajó para el Ministerio de Asuntos Exteriores de Dinamarca, y durante siete años para el think tank Monday Morning, estudiando la sostenibilidad en la economía ecológica.
Pero en el 2012 le llamó la atención una resolución aprobada por la ONU en la que demandaba a los países europeos que incorporaran parámetros de calidad de vida y felicidad para medir el progreso. Consciente de que Dinamarca encabezaba el ranking de los países del mundo más felices decidió con 33 años crear el Instituto de Investigación sobre la Felicidad: “Desde entonces mi carrera y mi trabajo consisten en averiguar tres cosas: cómo medir la felicidad, por qué unas personas son más felices que otras, y cómo mejorar la calidad de vida”.
El sintetiza la fórmula de la satisfacción ‘Lykke’, que significa ‘felicidad’, basada en la libertad, en el valor del tiempo y otros puntos más. Es muy interesante su lectura.

Primero
La libertad
¿Somos tan libres como lo deseamos? Nuestra vida se desarrolla en dos ámbitos: el familiar y el laboral. Aquí el autor propone reflexionar si se está o no a gusto con ella, si la libertad que tenemos está bien y nos gusta o la tenemos muy restringida.
Si consideramos que es muy limitada, propone buscar soluciones para encontrar más tiempo libre donde cada uno pueda dedicarse a lo que más le guste.

Pero es de una manera diferente en cuanto a lo laboral. El estrés es causado por las interrupciones durante el trabajo, como las llamadas telefónicas, avisos de los jefes y correos electrónicos, ya que distraen la atención constantemente y prolongan la jornada laboral.

Y una posible solución está en el “Quiet tuesday mornings”, donde deberíamos trabajar cuatro horas semanales sin interrupciones, y así mejorar la productividad y satisfacción.

Los daneses, por ejemplo, acostumbran a trabajar los miércoles desde su casa y así “los trabajadores ahorran dos horas en el desplazamiento”, explicó Wiking.

Segundo
Ponernos en los zapatos del otro
Meik asegura que cuando nos colocamos en la piel de otra persona y tratamos de entender a nuestro compañero, mejoramos la confianza en uno mismo y esto nos ayuda a desenvolvernos mejor en todo tipo de ambientes.

Por ejemplo, si cambiaramos de bar y nos acercamos a personas diferentes, que vivieron una vida distinta, quizás entendamos por qué tienen una ideología diferente y por qué votamos a otro candidato. Lo que nos ayudará a entender otras posiciones.


Tercero
¿El dinero nos hace felices?
Ya sabemos que ayuda pero no nos da la felicidad. En este punto el estudioso Meik recomienda que, una vez cubiertas las necesidades básicas, se invierta en experiencias y no en cosas materiales.
“No se trata solamente de cuánto dinero ganamos, sino también de qué hacemos con el dinero que tenemos. Los países más exitosos del siglo XXI serán aquellos que transformen riqueza en bienestar de forma más eficiente, algo que también se puede aplicar a las personas. Por tanto, ¿cómo podemos conseguir el máximo beneficio en lo que a felicidad se refiere?”, se pregunta el estudioso.

Por eso, muchos te aconsejan viajar en vez de comprarte el jean de la marca más cara. Hay que recordar que el 57% de las personas se siente más satisfecha con la vivencia que con el artículo tangible.

Cuarto
El tiempo para nosotros es clave
Y también meditar para frenar en medio del caos. Así mismo hace a este punto el andar en bicicleta. “En Dinamarca, las personas van al trabajo en bicicleta y sus ciudadanos recorren kilómetro y medio diario”, cuenta.

“En Copenhague hay cinco veces más bicicletas que coches, las bicisendas están en todo el país. El 58% de los niños van en este vehículo al colegio y nadie diría ni piensa que quien anda en bici es más o menos pobre. Además, se reduce el riesgo de muerte prematura en un 41% y ayudan al medioambiente.

Quinto
Ser generoso y empático
Ayudar o agradar a los demás con nuestros actos, por pequeños que sean, mejorarán nuestro bienestar.
Meik asegura que la generosidad que se cultiva nos lleva a realizar buenas acciones y fortalece la autoestima, hace que uno se sienta mejor consigo mismo y nos hace sonreír más.

Por eso no dudes en invitar a cenar a un amigo, vecino o a un familiar y comer en una mesa a la luz de las velas.


Tomarse el tiempo para cocinar algo elaborado también nos da satisfacción, ya que es amor para nosotros y para el otro.

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