Este concepto no es ajeno
al mundo científico, específicamente en el campo de la física donde la energía
se considera una magnitud, capaz de transformarse, transmitirse e involucrarse
en los procesos de cambio de la materia.
En el mundo esotérico,
sanadores holísticos y estudiosos de lo oculto aseguran que cuando establecemos
relaciones con otros individuos, creamos lazos energéticos con ellos.
La intensidad de estos
nexos varía, según el tipo de unión que se tenga (familiar, de amistad,
amorosa, casual), y el tiempo que estemos en contacto con la otra persona
(período de exposición).
En este sentido, uno de
los vínculos más fuertes es el que se crea a partir de una relación de pareja,
que además del intercambio afectivo y de ideas, implica la activación de la
energía sexual.
EL PODER DE LA ENERGÍA SEXUAL
La energía sexual es
poderosa y un nexo energético alimentado por ella, se fortalece, siendo capaz
de resistir el paso del tiempo, el distanciamiento de la pareja o la ruptura de
la relación.
Cuando una pareja opta por
la separación, los vínculos creados a través del amor y la energía sexual
pueden desaparecer paulatinamente, o mantenerse creando bloqueos y programas
negativos.
Los bloqueos se instalan
en el cuerpo energético, y sus síntomas pueden trascender al plano físico,
obstaculizando el desarrollo de nuevas relaciones o impulsando una percepción
negativa del amor, entre otras situaciones.
Existen distintos rituales
diseñados para anular los lazos, generados por la energía sexual. La mayoría de
estos ritos están basados en procesos de purificación y visualización.
A continuación, detallaré
uno de los más efectivos y sencillos.
Se recomienda realizar
estos procedimientos, después de una ruptura amorosa, o antes de comenzar una
nueva relación, a fin de anular cualquier tipo de energías discordantes
residuales.
RITUAL PARA LIMPIAR LA ENERGÍA SEXUAL
FASE 1
La primera fase del ritual
consiste en realizar un baño, con sal marina gruesa (también llamada sal en
grano o gorda). La sal tiene propiedades purificantes y es un potente limpiador
energético.
Realiza tu baño normal, en
la ducha, con los productos de higiene personal habituales. Finalizado ese
paso, toma un puñado de sal gruesa (la cantidad justa que cabe en la palma de
tu mano cerrada, sin desbordarla).
Luego, pasa la mano
empuñada por todo el cuerpo, desde arriba hacia abajo, como si sostuvieras una
esponja imaginaria. En ningún momento la sal tocará directamente tu cuerpo, solo
lo hará la mano cerrada.
Visualiza la sal
absorbiendo toda la negatividad que te circunda. Puedes cambiar la sal de mano,
si te parece necesario, para alcanzar correctamente todas las zonas del cuerpo.
Una vez trasladado el
mineral a la otra mano, recuerda empuñarla para continuar. Concluido el
proceso, abre el grifo de agua y colócate bajo la ducha. Deja caer la sal en el
drenaje, para que sea diluida y arrastrada por el agua.
Cierra el grifo de la ducha,
y sécate con una toalla de algodón (preferiblemente de colores claros). No
estrujes tu piel, sécala con pequeños toques suaves.
FASE 2
Seguidamente, enciende una
vela blanca a tus guías y protectores solicitándoles que te ayuden a realizar
el ritual en armonía, y a través del amor, para liberarte de aquellas ataduras
que puedan estar afectándote.
Verifica que la vela se
encuentre en un lugar seguro, donde no pueda ser removida hasta que se consuma
totalmente, y lejos de superficies y materiales inflamables o susceptibles al
fuego.
Toma asiento en un lugar
tranquilo de la casa, donde no seas molestado. Cierra los ojos y respira
profundamente. Cuando te sientas centrado y en calma, visualiza un círculo de
luz blanca que te rodea.
Posteriormente recrea en
tu mente una cinta o cordel de luz que sale de ti y te conecta con la otra
persona. Algunos ocultistas sugieren que visualicemos el lazo saliendo del
cuarto chakra (Anahata), en la zona del corazón.
Mientras que otros
recomiendan utilizar el punto energético ubicado en la región umbilical, por
ser más cercano a los centros de poder de la energía sexual. Elige el que se te
sea más cómodo de visualizar.
En el momento que tengas
creada la imagen mental del lazo energético, que te une con tu ex pareja,
agradece por las oportunidades de aprendizaje que tuviste dentro de la
relación, y perdona, si es necesario hacerlo.
Visualiza una tijeras que
cortan el lazo energético, mientras repites “corto el vínculo con (el nombre de
la otra persona) y todos los lazos energéticos que nos unen, sin posibilidad de
que puedan restituirse. Te despido y te deseo lo mejor para tu evolución.
Estamos libres y en paz”.
Continúa respirando
tranquilamente, por un par de minutos. Abre los ojos, y agradece a tus guías
espirituales (o ángeles), por su apoyo en el desarrollo del ritual y su éxito
posterior. Regresa a tu rutina diaria habitual.
Puedes repetir este ritual
todas las veces que consideres necesario (algunos lazos energéticos tardan más
que otros en disolverse). Una vez que la vela blanca se consuma por completo,
desecha los residuos de cera (si los hubo), en los contenedores de desperdicios
correspondiente
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