Según la medicina tradicional china y las
prácticas taoístas, las mujeres suelen acumular emociones negativas en sus
órganos reproductivos y en sus senos. El miedo, la ansiedad, el resentimiento,
la rabia, la desolación, la tristeza, la desesperanza y muchos otros
sentimientos se van alojando en estos órganos, ocasionando bloqueos en el flujo
de la energía que luego pueden dar lugar a
problemas de salud.
Los senos están relacionados con el
chakra del corazón, por eso su energía natural es el amor y la alegría. Son
esenciales para proveer de nutrición física y emocional al bebé.
Son muy
importantes para la expresión de la sexualidad femenina. Su nivel de
sensibilidad puede llegar a ser muy alto, al punto de participar en el logro
del orgasmo femenino.
Por lo general, estamos más
familiarizadas con la capacidad de los senos para dar a los demás: a nuestros
hijos y a nuestra pareja.
Pero no percibimos que también son
una fuente de amor para nosotras mismas.
La limpieza energética y el masaje de
senos, son ejercicios que te ayudarán a cultivar el amor por ti misma a través
de la energía de tus senos.
En este proceso, se irán
transformando las emociones negativas y los efectos de ellas en tu cuerpo. Por
eso, estos ejercicios sanan las tensiones emocionales acumuladas en tus pechos,
a la vez que le envías energía vital. Ambos están basados en prácticas
diseñadas por el maestro taoísta Mantak Chia.
EJERCICIO:
1. Encuentra un lugar donde puedas estar tranquila y a solas.
EJERCICIO:
1. Encuentra un lugar donde puedas estar tranquila y a solas.
Puedes prender velas, incienso y
música relajante si lo deseas.
2. Quítate el sostén tomando conciencia de cómo se liberan tus pechos de cualquier opresión causada por la prenda. Estira tus brazos para liberar aún más las tensiones.
3. Ponte de pie, con las piernas algo separadas, las rodillas ligeramente flexionadas y los brazos relajados, a ambos lados de tu cuerpo.
4. Cierra tus ojos y conéctate con tu corazón, permanece así sintiendo sus latidos y su fuerza vital por unos minutos.
5. A continuación, dirige tu atención hacia tus senos, como si pudieras viajar por tu cuerpo y estar dentro de ellos. Detente un momento a escuchar con intención amorosa lo que sienten y necesitan. Presta atención a cualquier sentimiento, emoción o recuerdo negativo que pudiera aparecer.
Reconoce también cualquier sensación
o experiencia positiva en ellos.
6. Coloca las palmas de tus manos mirando hacia abajo, a la altura de tu frente, juntando las puntas de los dedos.
7. Inspira profundamente mientras visualizas como un caudal de energía luminosa y de hermosos colores entra por tus pulmones, se expande por tu cuerpo y llega hasta cada célula y átomo de tus senos, llenándolos de salud y vitalidad.
8. Ahora, exhala muy lentamente desde tu vientre, con profundidad, mientras emites el sonido “jiiiiiii” y mueves las palmas hacia abajo, a lo largo de toda la espiración. Siente y visualiza como cualquier energía negativa, estancada o discordante sale de tus pechos y pasa por tus pies hasta llegar al centro de la tierra. Envía amor a esa energía negativa para que se transforme en el interior de nuestro planeta.
9. Repite estos dos últimos pasos hasta que sientas que tus senos hayan quedado diáfanos, cristalinos, livianos, suaves y relajados.
10. Dirige tu atención hacia tu corazón nuevamente y visualiza como el amor, en forma de lluvia aterciopelada, acaricia tus pechos con suavidad y amor.
Imagina que ellos están siendo sanados
y las energías negativas han sido reemplazadas por una hermosa energía
curativa, color verde y violeta, que transforma todo a su paso.
11. Finaliza el ejercicio agradeciendo por la sanación recibida y enviando amor para ti misma y hacia el universo.
Te recomendamos que hagas este
ejercicio por lo menos una vez a la semana, para despejar bloqueos y sanar tus
emociones
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