Eres el canal que elegí
para vivir esta experiencia física.
Te escogí por que eras
perfecta para mí.
Gracias mamá, lo hiciste
estupendo.
No soy tu víctima porque
sé que hiciste lo mejor que podías con lo que tenías y sabías. Ahora estoy
libre para crecer, evolucionar y reconciliarme contigo.
Reconozco a la niña herida
que hay en mí y aprendo a darle todo el amor y aceptación que no recibió de la
forma que ella esperaba.
Me alejé de tí creyendo
que con eso iba a evitar el dolor, pero el dolor de no sentirme amada tal y
como soy, de no sentirme suficiente me ha hecho ir por el mundo buscando un
amor y aprobación que nadie podrá nunca darme y ello me ha hecho sufrir mucho.
He vivido demandando amor
constantemente a través de “ser buena”, “ponerme hasta el final”, “dar de más”,
buscar aprobación, permitir abusos, querer permanecer, lograr reconocimiento
profesional, esforzarme más de lo que mis fuerza podían, sufrir por lo que los
demás digan o piensen de mí , etc, etc…
Hoy estoy decidida a
consolar y sanar a mi niña herida. A reconstruirme con amor, con ternura y con
paciencia.
Necesito reconectarme
contigo, madre mía, porque a través de
tí es que me reconecto con la vida y con toda mi fuerza interior
Pido al gran espíritu
poder ver a la mujer que eres sin juicios, poder ver todas tus decisiones sin
juicios y poder aceptarte tal y como eres sin que me duela
En la medida que te
acepto, me reconcilio conmigo misma, porque tú eres la semilla de donde parto y
la que me permite desplegar todo mi potencial.
‘Mamá tu y yo somos una”
"Mamá tu y yo somos
una”
"Mamá tu y yo somos
una”
Yo no soy más grande que
tú, no debo sentenciarte. Tu eres el mar y yo el río que nace de ti.
La vida y la madre son más
grandes que uno y ante ello solo queda aceptar y rendirse con la mejor disposición.
Y así lo hago ahora.
Esto es un trabajo interno
en el cual cada día te acepto en mi corazón con todos tus defectos y virtudes.
Sin expectativas. Sin esperar que tú cambies, ni que lo veas, ni me lo
reconozcas. Lo hago por mí.
Te honro y te respeto tal
y como eres.
Gracias por darme la vida.
Honro tu vida tal y como
ha sido.
Honro mi vida tal y como
es.
No me quedo atascada en
resolver tus problemas, te dejo con tus propias cargas porque sé que tú puedes
con todas las circunstancias que has elegido en tu vida.
Me libero de todas las
cargas tuyas que no me corresponden y quedo liberada para enfocarme en mi vida,
en mis proyectos, en mis anhelos.
Veo más allá, mi niña
interior empieza a calmarse, ya no estoy sedienta de amor, cariño,
reconocimiento, aprobación y atención.
Desarrollo mi amor propio
y mi corazón se llena de júbilo.
Sano cuando dejo de querer
cambiarte.
Mi energía ya no está en
eso, estoy enfocada en vivir mi vida. La vida que me pertenece y en mi
crecimiento.
Puedo alejarte de mi vida,
pero no de mi corazón.
La madre y la vida van
unidas, no existen la una sin la otra, tomar a la madre es tomar a la vida sin
juicios y sin tapujos, es un Si a la vida, es un Si al cuidado, a la nutrición,
ternura, amabilidad; es un Si hacia un amor más grande por mí misma.
Te prometo que voy a ser una
persona feliz; que voy a amarme más que a nada en este mundo y voy a disfrutar
mi vida al máximo.
Que siempre voy a rodearme
de personas que me amen, me respeten, me valoren y me den mi lugar. Que creeré
en mí y seré consciente de lo hermosa, talentosa y maravillosa que soy. Que voy
a hacer mis sueños realidad desde mi más grande gozo, libertad , pasión y
aprecio. Que viviré en abundancia, conectada con mi guía interior, tomando las
mejores decisiones para mí.
Tomo la Vida. Te honro y
te bendigo madre. Tu eres la grande y y soy la pequeña. Te pido permiso para
hacerlo diferente. Estoy lista para cambiar la historia de todo nuestro linaje
y descendencia.
Madre me siento feliz de
ser quien soy, me amo con todo mi corazón y disfruto inmensamente estar viva.
Gracias por traerme a este mundo
Autora-Patricia Olaniel,
adaptado por Dana Lunar
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