El odio u
“odium” en latín, representa la repulsa hacia alguien o algo.
En realidad es algo
inútil. ¿De qué sirve odiar? De nada. Sólo nos vamos a sentir mal nosotros
mismos. Paulo Freire, experto en temas de educación de origen brasileño,
sostiene que:
“El contrario del amor no es, como muchas veces o casi siempre
se piensa, el odio, sino el miedo de amar, y el miedo de amar es miedo de ser
libre”
El amor te dulcifica, el
miedo te endurece.
El amor te abre al
universo, el miedo te encierra en ti mismo.
¿Por qué tenemos miedo de amar?
El amor siempre es un
riesgo.
En cada ocasión tendremos
que asumir ese riesgo y vivir la vida, vivir la pasión de amar. Nuestras
experiencias pasadas y nuestras creencias, nos limitan y nos inducen el miedo a
amar.
Nuestro miedo a amar
deriva de nuestra falta de amor a nosotros mismos o falta de autoestima.
¿Si no podemos amarnos a nosotros mismos cómo vamos a amar a
otra persona?
Nuestra autoestima o la
consideración que tenemos de nosotros mismos. Es un aspecto que debemos mejorar
para lograr amarnos y amar a otras personas. El psicólogo
argentino Walter Riso, nos propone algunas claves para mejorar la
autoestima:
Fomenta el autoelogio. Cada vez
que hagamos algo bien, algo positivo, debemos elogiarnos. ¡Qué bien lo he
hecho!
Prémiate. Cualquier logro de
nuestra vida, por pequeño que sea, merece un premio. El premio puede ser algo
simple que nos guste y nos haga disfrutar.
Elimina las creencias represivas que te impiden
autoreforzarte. Aunque a veces debemos
poner límites a nuestros sentimientos, otras debemos dejarlos salir.
¿Qué tiene de malo llorar
en público o demostrar tu cariño hacia alguien ante otras personas?
No te avergüences de tus
éxitos y tus esfuerzos, disfrútalos.
El caso extremo del miedo
a amar es la filofobia.
Una persona que padece
filofobia experimenta un miedo muy intenso a enamorarse de otra persona, al
compromiso y a mantener relaciones íntimas.
Las personas filofóbicas
utilizan varios mecanismos para defenderse del amor y mantenerse en su área de
comodidad:
Se enamoran de personas
imposibles.
Comienzan relaciones que
están destinadas a fracasar, porque las dos personas son muy diferentes.
Provocan las discusiones
con la otra persona, para provocar que sea el otro quien rompa la relación.
Tienden a buscar defectos
en la otra persona. De esta forma se justifican a sí mismos.
Cómo podemos superar el miedo a amar
El miedo a amar es un
sentimiento normal cuando hemos tenido experiencias negativas, pero no debemos
darle un lugar y dejarle que gobierne nuestras vidas. El miedo a amar hay
que enfrentarlo cara a cara, sin huir.
Si sentimos cierto miedo a
la relación con otra persona, es conveniente hacérselo saber para que sea
partícipe.
La comunicación
es fundamental para superar nuestro miedo. Además es necesario dejar atrás
relaciones pasadas y vivir la nueva relación día a día.
“No amar por temor a
sufrir es como no vivir por temor a morir”
-Ernesto Mallo-
“El miedo es la emoción
más difícil de manejar. El dolor lo lloras, la rabia la gritas, pero el miedo
se atraca silenciosamente en tu corazón”
-David Fischman-
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