domingo, 21 de junio de 2020

NUESTROS PADRES



Bert Hellinger generalmente trabaja el tema de tomar a la madre de forma amplia y profunda, y terminas preguntándote “bueno y el padre que? ¿Qué pasa con el padre?” Afortunadamente cada vez nos aporta mucha más información y comprensiones sobre el tema.”

Nos dice que “los padres siempre acompañan a sus hijos sin importar si están presentes o ausentes”, no importa si el padre está presente o ausente él siempre está en el corazón de los hijos y somos nosotras las madres las que necesitamos incluir a ese padre en el corazón de cada uno de nuestros hijos.

Considera por un momento que cada persona que existe o ha existido viene de un padre que le dio la vida, tu padre también te dio la vida: él participó. Las mujeres sin los hombres somos estériles, sin la fecundación de ese óvulo la vida no es posible, sin lo masculino la vida no puede pasar a la siguiente generación, tu llegaste a la vida porque tu madre y tu padre se unieron y aquí te encuentras después de todo ese proceso: él participó, hizo su aporte y las consideraciones que tengas en tu mente, todas las ideas sobre cómo debió haber sido, lo que faltó, lo que sobró, etc., son consideraciones que te impiden lograr llevar esta realidad a su máxima profundidad.

Dice Hellinger que él, tu padre, permanece en tu corazón. Significa esto que sin importar qué pasó en tu relación con él, sin importar si te ha acompañado toda la vida y sigue presente o si ni siquiera lo conociste, en donde él realmente se encuentra y ha estado siempre es en tu corazón, y allí es donde lo puedes encontrar, allí es donde te reconcilias y sanas tu vínculo con él.

Cuando aprendas sobre tomar la madre, reconocerás que es la madre quien te da el permiso para tomar a tu padre.

Generalmente no hemos tomado a papá porque de alguna manera mamá estuvo enfrentada a él de forma explícita o implícita y entonces nuestra lealtad interna como niños pequeños es a seguir de parte de la madre, al lado de ella y en nuestro corazón rechazamos a papá. Y sigues así como el niño pequeño que por lealtad a mamá no ha tomado a papá. Pero el adulto ya puede si cambia de mirada y está dispuesto internamente a ser desleal a mamá.

Aquí vale la pena considerar cómo tu ya eres la unión perfecta de tu padre y tu madre, cuando llegaste a la vida el óvulo y el espermatozoide se unieron para formar una sola célula, y la multiplicación de esa en miles de millones de otras idénticas a ella es lo que le da forma a tu cuerpo, a tus emociones, a tus pensamientos; eres literalmente papá y mamá.

Cuando Hellinger dice que llevas a tu padre en tu corazón, no es realmente una metáfora, es literal: lo llevas contigo permanentemente. ¿De qué sirve hacerte consciente de esto?
Así como la energía de la madre se relaciona con algunas cosas en la vida cotidiana la energía del padre también se relaciona con otras: Lo masculino y el padre te permite reconocer límites aquello que te ayuda a saber de dónde vienes, a dónde vas y hasta donde llegar, la energía del padre te permite concretar proyectos.
Lo femenino incluye la creatividad y cuando necesitas poner esa creatividad en el ejercicio de algo concreto productivo son la fuerza y claridad de lo que tomas de tu padre las que te permiten aterrizarla.
También te permite irte del hogar materno y avanzar hacia la adultez, hacia una nueva relación, tal vez hacia nuevos trabajos, hacia un nuevo país, emigrar, viajar, conocer otras partes del mundo, esto gracias a la capacidad que tiene lo masculino de cortar con aquello que te impide avanzar, moverte y crecer.
El padre te da fuerza de avance, de romper barreras, te da el pensamiento lógico matemático, entonces sin el padre de alguna manera también estamos perdidos.
Como consecuencia de no tomar al padre mirar hacia adelante hacia el futuro y avanzar es muy difícil, un joven que no ha podido integrar en su corazón a su padre difícilmente puede avanzar fluidamente en una carrera universitaria y adicionalmente las adicciones según Hellinger todas obedecen a que no se ha podido tomar a su padre. Así como tomar la madre es importante, tomar el padre lo es en igual dimensión, posiblemente no lo veamos así desde el intelecto pero la misión del padre lo que implica para nuestra vida es tan relevante como en momento en que fuiste engendrado, es esa mitad sin la que tu vida no hubiera sido posible y sin cuya fuerza tu plenitud ahora tampoco lo será.

Ejercicio:

Te invito que te conectes un instante con tu cuerpo y reconozcas que sucede cuando piensas en tu padre, tal vez sientes debilidad o fuerza, tal vez sientes una sensación calurosa, amable, paz, tranquilidad o sientes tensión, contracción, inquietud, tal vez molestia, solo eso te muestra qué tan sano y fortalecido tienes el vínculo con tu padre y así como viste con la madre no tiene nada que ver con la relación tiene que ver con el vínculo que es más profundo.

Ahora imaginándolo frente a ti le dices: Tu eres mi padre y yo soy tu hijo, más allá de lo que sucedió y de cómo sucedió, tú eres quién fue hacia mi madre y puso en ella mi vida y por eso te doy gracias. Haz esto una vez al día por 3 días y reconoce si algo cambia en tu cuerpo y las sensaciones que sientes hacia el.

2 comentarios:

RosaMaría dijo...

Muy bueno este post. Lo puse en facebook nombrando el blog porque me parece muy importante. Un abrazo, si deseas que pida autorización primero me lo dices ya que me apresuré un poco.

Desde mi Atalaya dijo...

Gracias a tu por compartirlo y hacer que mas personas lo lean y cambien su vision del padre, gracias Rosa Maria querida, un abrazo muy fuerte.

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