Bert
Hellinger generalmente trabaja el tema de tomar a la madre de forma amplia y
profunda, y terminas preguntándote “bueno y el padre que? ¿Qué pasa con el
padre?” Afortunadamente cada vez nos aporta mucha más información y
comprensiones sobre el tema.”
Nos
dice que “los padres siempre acompañan a sus hijos sin importar si están
presentes o ausentes”, no importa si el padre está presente o ausente él
siempre está en el corazón de los hijos y somos nosotras las madres las que
necesitamos incluir a ese padre en el corazón de cada uno de nuestros hijos.
Considera
por un momento que cada persona que existe o ha existido viene de un padre que
le dio la vida, tu padre también te dio la vida: él participó. Las mujeres sin
los hombres somos estériles, sin la fecundación de ese óvulo la vida no es
posible, sin lo masculino la vida no puede pasar a la siguiente generación, tu
llegaste a la vida porque tu madre y tu padre se unieron y aquí te encuentras
después de todo ese proceso: él participó, hizo su aporte y las consideraciones
que tengas en tu mente, todas las ideas sobre cómo debió haber sido, lo que faltó,
lo que sobró, etc., son consideraciones que te impiden lograr llevar esta
realidad a su máxima profundidad.
Dice
Hellinger que él, tu padre, permanece en tu corazón. Significa esto que sin
importar qué pasó en tu relación con él, sin importar si te ha acompañado toda
la vida y sigue presente o si ni siquiera lo conociste, en donde él realmente
se encuentra y ha estado siempre es en tu corazón, y allí es donde lo puedes
encontrar, allí es donde te reconcilias y sanas tu vínculo con él.
Cuando
aprendas sobre tomar la madre, reconocerás que es la madre quien te da el
permiso para tomar a tu padre.
Generalmente
no hemos tomado a papá porque de alguna manera mamá estuvo enfrentada a él de
forma explícita o implícita y entonces nuestra lealtad interna como niños
pequeños es a seguir de parte de la madre, al lado de ella y en nuestro corazón
rechazamos a papá. Y sigues así como el niño pequeño que por lealtad a mamá no
ha tomado a papá. Pero el adulto ya puede si cambia de mirada y está dispuesto
internamente a ser desleal a mamá.
Aquí
vale la pena considerar cómo tu ya eres la unión perfecta de tu padre y tu
madre, cuando llegaste a la vida el óvulo y el espermatozoide se unieron para
formar una sola célula, y la multiplicación de esa en miles de millones de
otras idénticas a ella es lo que le da forma a tu cuerpo, a tus emociones, a
tus pensamientos; eres literalmente papá y mamá.
Cuando
Hellinger dice que llevas a tu padre en tu corazón, no es realmente una
metáfora, es literal: lo llevas contigo permanentemente. ¿De qué sirve hacerte
consciente de esto?
Así
como la energía de la madre se relaciona con algunas cosas en la vida cotidiana
la energía del padre también se relaciona con otras: Lo masculino y el padre te
permite reconocer límites aquello que te ayuda a saber de dónde vienes, a dónde
vas y hasta donde llegar, la energía del padre te permite concretar proyectos.
Lo
femenino incluye la creatividad y cuando necesitas poner esa creatividad en el
ejercicio de algo concreto productivo son la fuerza y claridad de lo que tomas
de tu padre las que te permiten aterrizarla.
También
te permite irte del hogar materno y avanzar hacia la adultez, hacia una nueva
relación, tal vez hacia nuevos trabajos, hacia un nuevo país, emigrar, viajar,
conocer otras partes del mundo, esto gracias a la capacidad que tiene lo
masculino de cortar con aquello que te impide avanzar, moverte y crecer.
El
padre te da fuerza de avance, de romper barreras, te da el pensamiento lógico
matemático, entonces sin el padre de alguna manera también estamos perdidos.
Como
consecuencia de no tomar al padre mirar hacia adelante hacia el futuro y avanzar
es muy difícil, un joven que no ha podido integrar en su corazón a su padre
difícilmente puede avanzar fluidamente en una carrera universitaria y
adicionalmente las adicciones según Hellinger todas obedecen a que no se ha
podido tomar a su padre. Así como tomar la madre es importante, tomar el padre
lo es en igual dimensión, posiblemente no lo veamos así desde el intelecto pero
la misión del padre lo que implica para nuestra vida es tan relevante como en
momento en que fuiste engendrado, es esa mitad sin la que tu vida no hubiera
sido posible y sin cuya fuerza tu plenitud ahora tampoco lo será.
Ejercicio:
Te
invito que te conectes un instante con tu cuerpo y reconozcas que sucede cuando
piensas en tu padre, tal vez sientes debilidad o fuerza, tal vez sientes una
sensación calurosa, amable, paz, tranquilidad o sientes tensión, contracción,
inquietud, tal vez molestia, solo eso te muestra qué tan sano y fortalecido
tienes el vínculo con tu padre y así como viste con la madre no tiene nada que
ver con la relación tiene que ver con el vínculo que es más profundo.
Ahora
imaginándolo frente a ti le dices: Tu eres mi padre y yo soy tu hijo, más allá
de lo que sucedió y de cómo sucedió, tú eres quién fue hacia mi madre y puso en
ella mi vida y por eso te doy gracias. Haz esto una vez al día por 3 días y
reconoce si algo cambia en tu cuerpo y las sensaciones que sientes hacia el.
2 comentarios:
Muy bueno este post. Lo puse en facebook nombrando el blog porque me parece muy importante. Un abrazo, si deseas que pida autorización primero me lo dices ya que me apresuré un poco.
Gracias a tu por compartirlo y hacer que mas personas lo lean y cambien su vision del padre, gracias Rosa Maria querida, un abrazo muy fuerte.
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