Mientras sanas... Mientras recuerdas tu verdadera naturaleza, mientras vas quitando capas al ser condicionado, mientras despiertas del sueño de culpa y abandono de ti mismo, quizás te encuentres llorando, temblando, con ira... mucha ira...
Llora .
Siente la rabia.
Llora todas las lágrimas que nunca te permitiste
llorar antes.
El cuerpo necesita llorar a veces,
Para liberar energías reprimidas.
Necesitas hacer el duelo por todas las vidas que
anhelaste vivir, todas las vidas que nunca serían vividas, para que puedas
regresar a esta vida, a este cuerpo, a este momento.
Olvida tu imagen actual. Necesitas rugir por tu
vida ahora, por tu renacimiento.
Sanar casi nunca es algo ligero y fácil.
Es muerte. Es renacimiento.
Es dejar ir y dejar venir.
Lloramos. Temblamos. Nos estremecemos. Gritamos.
Nos sentimos “peor que nunca”. Hacemos un
desastre.
Tocamos de cerca la desolación y la duda como
nunca creímos posible.
Pero empezamos a confiar en el proceso.
Y empezamos a confiar en que esos sentimientos
“oscuros” necesitan ser sentidos.
Y quieren que los sintamos.
Y han estado anhelando que los sintamos desde que
éramos muy pequeños.
No hay nada malo en ti, incluso si la mente dice: “Existe
algo malo en mí”.
(Y tampoco hay nada malo en ti por tener este
pensamiento).
Confía... Y confía en que a veces necesitas dudar.
Y olvidar. Y resistir.
Sí, confía en que a veces sentirás resistencia a
sanar.
Y puedes celebrar tu resistencia
Puedes celebrar todo de ti ahora.
Mientras lloras, mientras tiemblas,
Mientras ruges como un león,
Mientras ruegas por piedad,
Mientras tocas el suelo de nuevo.
Sientes que caes, y levantas, caes y levantas....
Siiiii!!!….., siiii y siiii.
Estás sanando a tu propia y original manera, la sanacion
siempre es un proceso personal, además de único, cada una de nuestras vidas
tiene sus propios aristas y cada sanacion es única, personal e intransferible.
Un abrazo muy fuerte para que este proceso, necesario,
llegue a tu vida, trayendo mucha paz, amor, y crecimiento.
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