A todas las que fui un
día. Gracias...
A mis partes ya muertas.
Gracias...
A mi pasado ya cumplido.
Gracias...
A mis partes que alguna
vez se quebraron en miles de pequeños trozos que jamás encontré de nuevo.
Gracias...
A mis partes vacías que
alguna vez intenté llenar con distracciones, apegos y obsesiones. Gracias...
A mis partes frustradas y
enfadadas por los deseos jamás cumplidos. Gracias...
A mis partes que ya no van
conmigo y ya ni siquiera me hacen sentido. Gracias...
A mis partes que no quise
ni pude abrazar. Gracias...
A mis partes que no se
atrevieron a marcar límites por miedo a no ser aceptadas. Gracias...
A mis partes que alguna
vez se maltrataron y dejaron maltratar por otros. Gracias...
A mis partes que no
creyeron en sí mismas. Gracias...
Hago hoy un requiem para
su despedida. Agradeciendo su tránsito en mi vida, pues es a todas esas
versiones de mí que agradezco tanto. Hoy despido y libero en absoluta rendición
a todo lo que ya cumplió su tiempo...
Es gracias a todas mis
pequeñas muertes que hoy hay un nuevo espacio para la oportunidad, la vida y la
creación...
Gracias vida y gracias
muerte por danzar armoniosamente ante mí. Hoy celebro la vida y canto fuerte
ante este nuevo nacimiento. Y a mis partes ya muertas, las abrazo, las amo, las
honro, agradezco y despido, pues fueron lo que mejor pude hacer por mí en aquel
momento y lugar, por lo tanto no las critico, sino que les rindo todos mis
honores...
Es por ello que hoy más
que nunca siento que puedo volver a nacer, y como la primera vez renazco
desnuda y sin corazas, nuevamente como una mujer de loto, las corazas ya no son
necesarias, por lo que doy una nueva bienvenida a la autenticidad en toda su
luz. Y desde esa ingenuidad me permito nuevamente abrazar la vida, hoy más
fuerte que antes, para dar mi primer aliento vital en este nacimiento...
Querida y amada versión
antigua.
Ya cumpliste tu rol
Gracias
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