domingo, 4 de febrero de 2018

LA ILUSIÓN DE SENTIRNOS SUPERIORES



"Gran parte de la humanidad transita hoy por la certeza de ser individuos absolutamente separados de los demás seres humanos y del resto del universo, pero este es el tiempo en el que comenzaremos a comprender que en realidad somos sistemas vivientes, orgánicamente ligados a todo lo que existe."
(...) "Estamos condicionados para sentirnos seres superiores, para creer que los humanos somos el techo de la evolución. Cualquiera de nosotros, seguramente, se sentiría sorprendido si le preguntaran seriamente por qué nos creemos superiores a los animales, a los árboles y las flores, a las nubes y los cristales, al océano y las mariposas. ¿Pero por qué deberíamos serlo?
Después de todo, acabamos de descubrir que nuestro código genético apenas difiere del de los monos e incluso compartimos el 90% de nuestro material genético con muchos insectos. 

Es el pensamiento lo que nos separa de todo lo demás y nos ubica en la cima de una escala jerárquica que no existe más allá de nuestra mente. 

Nuestra civilización recién comienza a pensar en términos de sistemas.
Pero estamos muy lejos de haber aprendido a vivir como una parte de ellos. El destino -la consecuencia de nuestros actos y creencias- nos conduce inexorablemente a aceptar nuestra dimensión planetaria. En este momento discutimos intensamente acerca del calentamiento global, la depredación de los bosques tropicales, la falta de agua.
Este es un nuevo y muy difícil aprendizaje para nosotros, pero más tarde o más temprano, con mayor o menor sufrimiento los hechos que deberemos enfrentar nos harán comprender que el planeta Tierra es un organismo viviente infinitamente más complejo que el ser humano. Y que nosotros somos parte de ese bello organismo. 

La etapa en la que cada vez más seres humanos podremos ser capaces de ver en la dulce mirada de un perro, en el maravilloso canto de un pájaro, en la majestuosidad de un viejo árbol, la misma vida que late en todos nosotros; sin necesidad de sentirnos superiores. Cada parte cumpliendo con su función en la totalidad de la vida de este maravilloso planeta, sintiendo la potencia del impulso evolutivo en nuestro ser. Reconociéndonos terrestres.
Empezando a registrar que estamos contenidos en un sistema inteligente aún más complejo, cuyo centro es el Sol. Y más allá de nuestro sol, la infinita complejidad multidimensional de la Galaxia…

¿Queremos realmente seguir aferrados a la mezquina conciencia que nos convierte en los soberbios y solitarios tiranos de la Tierra? ¿O dejaremos que finalmente nuestro corazón se abra ante la evidencia de que somos un aspecto más entre todos los que conforman el sagrado misterio de la Inmensidad?..."

Eugenio Carutti
Astrólogo. Licenciado en Antropología (UBA)


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