viernes, 21 de febrero de 2014

LAS CINCO HERIDAS QUE IMPIDEN SER UNO MISMO”



Nuestra alma elige los padres  y las circunstancias de nacimiento por razones muy precisas. Venimos a experimentar una serie de vivencias para sanar una serie de heridas, y así integrar la personalidad con el alma.
Venimos a aprender a aceptar y amar incondicionalmente partes de nosotros que hasta ahora han vivido ignoradas y con miedo.
Somos atraidos hacia seres con heridas como las nuestras para recordarnos que hemos venido a amar.
Aprender a aceptar nuestras  heridas es aprender a ser responsables y a amarnos incondicionalmente, y esa es la llave para la transformacion y sanacion del alma.
¿Te has dado cuenta que cuando acusas a alguien de algo, esa persona te acusa a ti de lo mismo?.
Verifícalo con la otra persona, y aparte de sorprenderte, verás cómo te liberas de juicios.
No aceptar nuestra herida, sentirnos culpables, con vergüenza o juzgarnos, es atraer circunstancias y personas que nos harán sentir esa herida no aceptada. Aceptar la herida no significa que sea nuestra preferencia tenerla; significa que, como seres espirituales que elegimos vivir la experiencia humana para espiritualizar la materia, nos permitimos experimentar esa herida sin juzgarnos y aprender de la experiencia. Mientras haya miedo, hay herida y hay un juicio o creencia que bloquea su sanación.
Cuando aprendemos a aceptar nuestras heridas estamos desarrollando el amor y estamos espiritualizando la materia.
La sanación se produce totalmente cuando nos aceptamos a nosotros.
El perdón hacia uno mismo es lo que finalmente nos sana, y para eso hay que aceptar que uno mismo es responsable de todo lo que le ocurre, y aceptar que ha acusado a otros de hacer lo que uno mismo hace a los demás. En el fondo, todos somos humanos, y aceptar nuestras limitaciones es lo que nos hace humildes y nos permite descubrir nuestra herencia divina.
Las cinco heridas del alma más comunes son:
- El rechazo
- El abandono
- La humillación
- La traición
- La injusticia

No necesariamente tenemos las cinco heridas.
Con humildad y sinceridad cada cual puede reconocer sus heridas.
Reconocer nuestra limitación humana es el primer paso en el proceso de sanación. Si nos cuesta identificar nuestras heridas es porque nos ocultamos tras una máscara, que se construyó para no ver ni sentir esa herida.

Lise Burbeau

2 comentarios:

Unknown dijo...

Estas cinco maldades que los seres humanos somos capaces de hacer a otros es lo que realmente enferma el alma, pero debes de sobreponerte a ellos, tu eres mas fuerte que todo eso, y la gente que hace mal tiene su propio castigo.

Anónimo dijo...

Que fuerte este escrito!! son las cinco cosas que mas duelen, pero debemos estar preparados para hacerles frente y dejarlos ir.
Saludos.

CONJURO DE TRANSFORMACIÓN

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