viernes, 15 de junio de 2018

COMO SANAR NUESTRAS HERIDAS PATERNAS



Estas acciones si las dirigimos hacia nuestros padres o hacia otros personas ancianas que sean sustitutos de nuestros padres, que pueden estar ausentes o muertos, tienen igual efecto beneficioso para nosotros.
El resultado sanador será el mismo si haces el proceso desde el corazón.

Les detallamos los puntos del proceso sanador y deseamos que sirva de ayuda para sanar heridas antiguas, profundas e incluso del alma.
1. Recordamos que: Sanar es Amar…
Que reconciliarnos con nuestros padres es equivalente a reconciliarnos con nosotros mismos porque en nosotros esta parte de lo suyo
2. Hay 3 tipos básicos de Ausencia:
Por muerte
Por abandono
La ausencia presente (cuando se está físicamente presente pero ocupado en otras tareas y no se involucra a los hijos, entonces se está emocionalmente ausente).
3. Puntos a considerar:
Hay que tener fe en el amor de los padres: Para cultivarlo se puede decir uno a sí mismo: “mis padres me aman”.
Existe un vínculo de sangre que está más allá de la voluntad humana, la sangre quiere relacionarse con su sangre. El padre o madre ausente sufre por no estar con sus hijos.
El amor trasciende el tiempo y la distancia. Se puede amar a la distancia.
Así como existe la ausencia presente también existe la presencia ausente, es decir que aunque nuestros padres no estuvieran con nosotros físicamente, se les puede amar y sentirlos cercanos emocionalmente.
Esto es muy sanador.
La distancia de mí hacia ti, es la misma de que la distancia de ti hacia mí, basta con que uno de los dos se acerque y la distancia se acorta.
Le debemos la vida a nuestros padres, ellos ya nos dieron lo más grande: la vida. Nuestro niño interior quiere amar a nuestros padres y quiere sentirse amado por ellos.
4. Algunos consejos para la reconciliación con nuestros padres que fueron ausentes:
Oración por ellos y pedir por la capacidad de amarles.
Agradecerles por la vida.
Honrar su nombre (siendo buenos hijos)
Pensar en lo bueno que nos dieron.
Sanar los malos recuerdos.
Encontrar la bendición de la ausencia: el que hayamos tenido ausencia nos puede haber dado ciertos dones, como el hecho de ser más independientes o aprender a valernos por nosotros mismos.
Visualizaciones de muestras de amor:
Cerrar los ojos, respirar profundo e imaginarnos que abrazamos a nuestros padres y les declaramos nuestro amor:
“papá te amo” “mamá te amo”.
Si es posible, relacionarme con la familia de nuestro progenitor ausente.
5. Algunos consejos específicos en caso de muerte:
Además de lo anterior considerar lo siguiente;
Confiar en que el espíritu es eterno y aprender a desarrollar una relación amorosa en forma espiritual.
Aceptar estar tristes y procesar el duelo.
Aceptar el don de su partida, cuando nuestros padres se mueren nos dejan ciertos dones y bendiciones, además nos siguen cuidando como ángeles.
Visitar el cementerio para amarles y honrarles.
Hacer ceremonias religiosas en su nombre (misas, cultos, etc.)
Tener una fotografía de ellos en nuestro altar personal.
Si nuestro progenitor que ha partido dejó alguna deuda, proyecto o plan pendiente, si es posible hay que pagarla o cumplirlo.
Servir a algún anciano/a en honor a nuestro progenitor.
6. Consejos para sanar la ausencia por abandono:
Aceptar el hecho de que uno o ambos de nuestros padres no hayan estado con nosotros.
No juzgar a nuestro padre/madre ausente, habrán tenido sus razones para abandonarnos.
Conocer la historia de nuestro progenitor ausente, eso nos ayuda a comprenderle, no para justificarle, sino para entender sus carencias.
Tener una fotografía de él/ella.
Un consejo especial para la madre o padre que se quede con los hijos: hábleles bien de su pareja a los hijos, después de todo es el progenitor y merece el amor de ellos.
Para los niños que están sin su padre o sin su madre es bueno buscar una figura paterna o materna de acuerdo al caso para que ellos tengan un modelo apropiado de hombre o mujer.
Lo que sí es muy importante es que comprendan que después de Dios, nadie los ama tanto como sus propios padres.
Buscar oportunidades de un reencuentro (mantener la puerta abierta).
Si fuera posible Iniciar algún tipo de comunicación con el progenitor/a ausente (cartas, email, tel., etc.)
7. Consejos para sanar la ausencia con presencia:
Hay varias razones para la ausencia con presencia, por ejemplo: enfermedad, depresión, histeria, indiferencia, adicción, trabajo, etc.
Hay que aceptarles, no hay que juzgarles.
Igualmente hay que conocer su historia para comprenderles.
Pensar que en lo profundo nuestro progenitor quiere o quiso estar con nosotros.
Acercarme a mi progenitor poco a poco.
Buscar formas de compartir que sean de interés mutuo.
Hablarle de lo importante que es para uno y declararle nuestro amor.
Agradecerle por lo que nos ha dado.
Servirle.

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